Desde un enfoque psicosocial, se desarrollaron Escuelas de Familia orientadas a generar entornos protectores y de acompañamiento para los aprendices, reconociendo que, independientemente de su edad o composición familiar, las dinámicas del hogar constituyen un eje fundamental en su proceso formativo integral. Estos espacios promueven el fortalecimiento de vínculos, la reflexión sobre prácticas relacionales y la construcción conjunta de estrategias que favorecen el bienestar emocional, la motivación y la permanencia en la formación, entendiendo a la familia como un actor clave en el desarrollo personal y educativo de cada aprendiz.
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